La palabra eneagrama en griego significa «nueve líneas». Y aunque existe mucha confusión acerca de sus orígenes, lo que sí es seguro es que fue Gurdjieff (místico armenio-griego) el primero que empezó a utilizarlo como herramienta para explicar las leyes que rigen nuestra existencia. Unos años más tarde, el boliviano Óscar Ichazo descubrió que había una conexión entre el símbolo del Eneagrama y los diferentes tipos de personalidad, y pudo diferenciar 9 tendencias (eneatipos) de la condición humana. Más adelante, el chileno Claudio Naranjo, seguidor de la obra de Ichazo profundizó más todavía en esta herramienta con el fin de definir cada una de estas tendencias o rasgos, también llamadas personalidades.

Uno de los objetivos del Eneagrama es ayudarnos a descubrir nuestro propio eneatipo (tipo de personalidad) para poder así aprender sobre los patrones y hábitos asociados a éste y de este modo, comprender mejor nuestra forma de actuar con el mundo, con nosotrxs mismxs y con los demás.

En este artículo te explico cómo se forma, para qué sirve y cómo se trasciende la personalidad para poder conectar con la Esencia, así que aquí y ahora me centro en explicarte que dentro de estas personalidades hay una serie de cualidades que si bien todos poseemos en mayor o menor medida, solo una de las 9 es la que determina nuestro ‘yo verdadero’. Estas son: serenidad, humildad, autenticidad, ecuanimidad, desapego, valor, sobriedad, inocencia y actividad.

Lo hermoso del Eneagrama es que nos ayuda a encontrar ese punto medio en nosotrxs al mostrarnos nuestras dos caras, la del centramiento (o esencia) y la del descentramiento (o ego). Por lo general, y porque vivimos en una Matrix donde -casi- todo es antinatural (tiempos y tempos sin ir más lejo y para empezar), solemos vivirnos desde ese desequilibrio que nos genera el estrés y la ansiedad de la vida cotidiana.
Cuando nos descentramos, salta en nosotros el piloto automático de la reactividad y nos pasamos el día reaccionando cada vez que nos topamos con una situación que no se da como una esperaba. Ahí el ego (la inconsciencia) se apodera de nosotrxs y nos ‘convertimos’ en nuestra personalidad descentrada sintiéndonos incómodxs, irritables, tristes, angustiadxs y cualquier estado emocional que nos aleje de la calma y la tranquilidad.
Es más, cuando nos sentimos de este modo, nuestra mente nos toma ventaja y se manifiesta a través de pensamientos negativos, feos o que no aportan nada y que nos conducen, indefectiblemente, a buscar una fuente de ‘entre-tenimiento’ externa (evasión inconsciente) que sirva de parche temporal.
El problema es cuando normalizamos ese parcheo y lo adoptamos como vida normal.

Igual, estamos diciendo que ese descentramiento es inconsciente -así que no hace falta fustigarse por ello- y que actúa como mecanismo de defensa personal para desahogar todo ese malestar que vamos acumulando sobre nuestras espaldas (y que cada tanto necesitamos vaciar). Lo interesante de esto es darse cuenta de que estos procesos inconscientes suponen un desgaste energético y emocional muy grande, y una vez visto que este desgaste es al pedo, es necesario practicar consciente y voluntariamente (es decir, con tu voluntad individual) una serie de comportamientos que te ayuden a recuperar ese equilibrio interior, con su consiguiente paz y tranquilidad.
Este movimiento sin embargo, sólo puede surgir una vez comprendes cuál es TU personalidad, porque una vez lo haces y lo sabes, es mucho más simple intuir y concretar esas conductas positivas y constructivas que nos van a llevar de nuevo a la paz.
El ‘centramiento’ no es más que un estado de consciencia que nos permite vernos más allá de nuestro diálogo mental, darnos cuenta de cuán apegadxs estamos a nuestra personalidad y cómo usamos el entretenimiento para evadir esta realidad y sobre todo, nos facilita el poder recuperar este poder individual y la reconexión con nuestra esencialidad.

Cuanto más bajo es nuestro nivel de conciencia más egocéntrica es nuestra personalidad y cuanto más alto, menor identificación con ese ego y mayor libertad personal.

Igual, déjame que te diga que desidentificarse de tu personalidad no significa que inmediatamente te deshaces de ella sino que simplemente, la integras. Y cuanto más la integras, más íntegra te vuelves tú en realidad y más conectada con tu esencia estás.

En el fondo, ego y esencia son dos caras de una misma moneda y es nuestra consciencia la que hace que vivamos desde una cara u otra, o lo que es lo mismo, desde la luz o desde la sombra.
A mayor luz, mayor aceptación, comprensión, empatía y paz. Cuanta más sombra, mayor será el sufrimiento con el que tengamos que lidiar.

Lo sé, al principio no es sencillo. Tenemos que reeducar nuestra mirada, nuestra mente y nuestra manera de pensar y esto, a bote pronto, nos parece imposible, verdad? Bueno, el truco está en que solo LO PARECE porque si esta teoría que hoy vas a leer, la empiezas a practicar, verás que se convierte en el mayor aprendizaje que te puedas regalar.
De hecho, si te fijas verás que tan solo se trata de cambiar el automatismo, de transformar lo automático en ’manual’ (ser unx mismx quien escoja conscientemente cómo actuar) y de cultivar la capacidad de responder según nuestras necesidades reales y genuinas.
En este punto, el eneagrama nos ayuda pues a comprender el mecanismo de acción-reacción de nuestra mente, a conocer nuestros puntos débiles y fuertes y en definitiva, a poner más luz y conciencia a lo que somos y  a lo que hacemos con lo que somos en realidad.

Aquí te comparto las fichas resumen de cada uno de los eneatipos existentes. Si haces clic en la imagen podrás agrandarla y leerla detenidamente y para cuando descubras el tuyo, puedes descargarlo haciendo clic en el botón negro.
Solo decirte que es más que posible que a bote pronto, no te sientas identificada con ningún eneatipo en particular, así que si eso te ocurre, te recomiendo que le eches un ojo a los recursos complementarios, sobre todo a los vídeos (es el material más sencillo de consumir) donde Borja Vilaseca te los detalla uno por uno. 

A continuación te facilito una serie de vídeos en los que Borja Vilaseca, experto en eneagrama y crecimiento personal, comparte en su canal de YouTube. Para no tener que ver toooodos los vídeos (si es que no quieres hacerlo y quieres ir directa al tuyo) te recomiendo que le eches un vistazo primero a las fichas resumen para identificar aquellos eneatipos en los que puedes reconocerte (eres solo uno, pero al principio es más que probable que dudes entre un par o tres) y acto seguido, veas el vídeo que habla específicamente de tu eneatipo en particular. Los vídeos son cortitos, entre 8 y 12 minutos y Vilaseca es muy ameno y directo, a veces incluso un poquito de más… pero eso ya va en gustos.