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la autogestión energética

o el arte de saber gestionar tu propia energía

Este artículo puedes LEERLO o ESCUCHARLO .
Yo lo he elaborado pensando en que sea leído, pero entiendo que a mucha gente le cansa leer y prefieren escuchar, por eso también lo he locutado.
Deseo que sea de tu agrado :)

LA HISTORIA DE ADA

Antes de arrancar con el artículo de hoy, quiero contarte la historia de Ada la Cansada y ponerte en situación. Verás, Ada (la Cansada) tiene 37 años, es emprendedora y madre de dos niñas hermosas y simpáticas. Tiene un negocio online de coaching para creativos, da talleres presenciales dos veces por semana en un centro cívico y además va a clases de cerámica (las recibe, no las imparte).
Ada es una mujer vital y alegre que ama su profesión y por encima de todo, a su familia. Por eso emprendió, porque quería ser dueña de su tiempo y tener más tiempo para ella, su marido y sus hijas.

Sin embargo, Ada está cansada. Vive cansada. Y lo peor, siente que está perdiendo su energía debido a las rutinas diarias que no le dejan tiempo para nada y bueno, resumiendo, siente que ‘no le da la vida’ entre su proyecto, sus hijas y las cosas de casa y del día a día.

Ada, como la mayoría de mujeres, hace malabares todos los santos días para publicar en redes, dar las clases, tener las sesiones de coaching con sus ya clientes, generar nuevas propuestas para encontrar otros nuevos, ir a cerámica (y desconectar ni que sea 1 hora seguida) y cumplir con el resto de tareas que -invisible y silenciosamente- nos hacemos cargo -repito- la mayoría de mujeres.

Ada, consciente de que no puede seguir así, se ha apuntado también a un curso online sobre gestión del tiempo y productividad. Su objetivo es encontrar un método que le ayude a tener un sistema de trabajo propio que a su vez, le permita ser realmente productiva.
Al principio, el curso pinta genial: Ada siente que por fin, ha dado con la solución a su problema: le están enseñando a planificar su día en un excel con el método del ‘time blocking’ y otras cuantas cosas más.
Buah! La teoría pinta genial, así que Ada, que es aplicadísima, lo pone  marcha. Y… a los tres días, literalmente hablando, se frustra, se enoja y se da de baja del curso/programa.

Ada se ha dado cuenta que una cosa es la teoría y otra, la vida real.
Que por mucho que ella se lo proponga, ni puede levantarse a las 6 de la mañana, ni tiene un bloque de tiempo de 4 horas todos los días y sobre todo y especialmente, que NO todos los días, dispone de la misma energía.

Así que Ada, además de seguir cansada, ahora está frustrada y se siente menos capaz todavía, porque claro, si no ha podido llevar a cabo la teoría propuesta en el curso, es por su culpa, y blablablabla.
Que el curso sea genérico, teórico y que no tenga en cuenta la biología real de las personas (y concretamente de las mujeres) ni se lo plantea, claro está.

Y aquí termina la historia.
Ada bajo los brazos y sigue cansada por el resto de sus días pensando día tras día que la vida no le da.

Sin embargo, Ada, que lo mismo podría llamarse, Sara, Lídia o María, no es la excepción, sino la regla. Y ahí está el problema. En que este agotamiento, falta de energía y sentimiento de improductividad, es el pan nuestro de cada día de la mayoría de mujeres.
Y no, no es porque no sepamos organizarnos, o no seamos capaces de planificarnos o nos falte fuerza de voluntad para llevar a cabo lo escrito en un excel.

La cosa está en que LA VIDA NO ES UN EXCEL amiga mía.

Y las mujeres no somos lineales como los hombres sino que somos cíclicas. Y del mismo modo que cada persona (sea hombre o mujer) tiene un biorritmo u otro, las mujeres además, vivimos fluctuaciones hormonales toooodos los meses, y eso, quieras o no (en serio te lo digo) influye en nuestra disponibilidad energética.
Es pura biología, no puedes luchar contra esto.

Así que de esto va el artículo de hoy. De guardar el látigo y entender varias cositas.

  • La primera es que todas las personas de este planeta tenemos un cronotipo distinto: hay búhos y hay alondras. Y una no es mejor que la otra, aunque (casi) todas las sociedades del planeta estén organizadas alrededor del cronotipo matutino. (y aunque esto se dé de hostias contra un % muy importante de la población)
  • La segunda cosa es que vivimos en un mundo básicamente masculino (sin ideologías por favor) en el que la biología femenina, y con ello las fluctuaciones hormonales y energéticas de las mujeres, no solo no se tienen en cuenta para nada sino que además, se menosprecian.
  • La tercera, es que la idea de la productividad lineal y sostenida es solo eso, un ideal, no una realidad material.
  • Y la última, y en esto es que me voy a centrar especialmente… es que para gestionar nuestro tiempo y para ser personas productivas, no necesitamos un reloj o una tabla de excel o una app donde escribir cosas en una pantallita. No. NECESITAMOS ENERGÍA.
    No fuerza de voluntad, eh? ENERGÍA.

    Así que vamos allá.
    Vamos a ver de qué va esto de la autogestión y la sostenibilidad energética y cómo podemos diseñar sistemas de trabajo y de productividad que encajen realmente con nuestra biología individual.

Léeme con cariño, estoy segura que te va a servir (y lo vas a flipar)

 

 

SOBRE LA AUTOGESTIÓN ENERGÉTICA

Se habla mucho de energía. Mucho. Y sin embargo, pocas son las veces en las que siento que esa información es práctica o fácil de implementar.
Es decir, pocas son las ocasiones en que ‘la energía’ traspasa -en los contenidos que leo/veo/escucho- el esoterismo y se cuela por los poros de mi cotidianidad.
No sé si te pasa lo mismo, si es así, bienvenida a la practicidad más absoluta, porque mira, otros cosa no, pero yo lo de aterrizar conceptos y ‘sacarles provecho’, no se me da nada mal.
De hecho, es mi especialidad :) 

Dicho esto, y para arrancar con buen pie, vamos a por una definición esencial de lo que es la energía en sí.
Verás, en esta parte del mundo, a la energía la llamamos tal que así, sin embargo, en otras partes del planeta recibe nombres diferentes. (y acepciones un tantito más profundas que la que tenemos en occidente)
Por ejemplo, en la India se la conoce como ‘prana’. En China como ‘Chi’, en Japón como ‘Ki’ y así sucesivamente.
Todas estas nomenclaturas responden a ‘energía’ como esa fuerza y fuente vital interna e intrínseca al ser humano (o sea, que tenemos todas las personas de este planeta).

Esto significa, que seamos conscientes de ella o no, tanto tú como yo, disponemos de ella. Y lo bueno, a diferencia del tiempo, es que esta es ilimitada en cada uno de nosotrxs, aunque a priori nos parezca lo contrario o creamos que no.
Como bien sabes, la energía ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma.
Y a veces, cuando sentimos que ‘nos falta energía’ no es tanto que la hayamos perdido sino que no la estamos sabiendo usar y ésta puede haberse convertido en apatía, tristeza, o cualquier otra emoción de baja frecuencia.

Igual, y ahora ya me pongo más ‘científica’ y empiezo a entrar en materia, lo cierto es que cada persona dispone de, digamos, un tanque de energía en su interior, sí? Como si fuera el depósito de gasolina de un coche, y necesitamos sí o sí, rellenar a diario. De hecho, y aquí va un spoiler, lo rellenamos mientras dormimos.
De ahí la importancia vital del sueño, la calidad del mismo y su relación directa con nuestro cansancio o estado emocional.

Yo sé que vivimos en una sociedad que tiene unas estructuras un tantito rígidas y que por lo general, no tiene en cuenta a todo el espectro de la población sino aquellos segmentos que sirven a sus propios intereses por, ni más ni menos, que encajar perfectamente con el diseño social existente.
Yo esto me lo imagino un poco como el ejemplo de Ada y el excel para la planificación, viste? Es como si todas las personas fuéramos idénticas, tuviéramos el mismo biorritmo, los mismos patrones hormonales, cognitivos y energéticos y nos movieramos en masa al unísono. Y sí pero no.
Obvio que todas compartimos una misma estructura biológica y tenemos los mismos mecanismos y sistemas en nuestro organismo, pero no todos funcionan exactamente de la misma manera. En cuanto a horarios digo.
De ahí la importancia de conocer nuestro cronotipo.

Un cronotipo, hablando en plata, viene a ser una tipología de reloj biológico. Hay quienes son más matutinos, quienes son más vespertinos y quienes disponen de un cronotipo intermedio.
El problema es que la mayoría nos vemos obligados a funcionar bajo el cronotipo matutino, y que le digan a un búho que se convierta en alondra… pues como que no, verdad?
Ese búho va a ir en contra de su propia naturaleza. Deberá despertarse, cazar, moverse y dormir en unos patrones, ritmos y ciclos que son frontalmente opuestos a los suyos.

Y esto que en animalitos se ve muy fácilmente y tiene toda la lógica y el sentido del mundo, cuando lo pasamos a las personas… se desdibuja. Pierde fuelle y lo consideramos ‘normal’.

Supongo que solo con esto, ya has comprendido dónde está la falla principal. El meollo del problema.
Ah, antes que me olvide, hace un tiempo escribí un artículo sobre fugas energéticas. No quiero que te vayas ahora para allí, pero si te interesa, cuando termines por aquí, échale un ojo al tema.
Retomo lo que estábamos diciendo. Y me dejo de símiles con animales.

Verás, es imposible que tú, siendo de cronotipo vespertino, puedas ser productiva a primeras horas de la mañana. Y no porque no quieras, sino porque tu reloj interno, y por ende todo tu organismo, no funciona de esa manera. Desde tu glándula pineal, tus relojes periféricos, tu corteza prefrontal y todo lo que te imagines o quieras.
Sin ir más lejos, en el caso de una persona vespertina, su corteza prefrontal no empieza a activarse hasta pasado el mediodía (más o menos) así que cualquier actividad que requiera de habilidades cognitivas y de energía mental, no va a responder de forma eficiente y efectiva antes de ese momento.
Y lo mismo al revés, una persona con cronotipo matutino, no va a ser productiva de media tarde en adelante, porque su ventana de productividad está dispuesta en otro horario distinto.

No quiero liarme mucho con términos y conceptos abstractos, que todo esto (pero de un modo mucho más práctico) lo explico en mi masterclass sobre SOSTENIBILIDAD ENERGÉTICA, pero sí quiero que entiendas ni que sea a grosso modo, que a menudo, más a menudo de lo que imaginamos, no rendimos o no somos totalmente productivas, porque estamos usando mal nuestras fluctuaciones energéticas.

¿Y qué coño son las fluctuaciones energéticas? Pues ni más ni manos que las distintas tipologías de energía que vivimos a lo largo del día y en el caso de las mujeres, a lo largo de las semanas que componen nuestro ciclo menstrual. Que son entre 4 y 5, si tienes un ciclo más o menos regular.
Si es irregular escríbeme por privado y me explayo ahí más ;)
Lo interesante es que esto, que a priori suena a chino, es realmente útil para el día a día una vez sabes como va. Y para saber cómo va, necesitas aprender sobre el tema.
Es fácil, es sencillo y sobre todo eso, es MUY práctico.
Tan es así que todavía no entiendo como esto no nos lo explican en la escuela o en la universidad o incluso en nuestro propio trabajo cuando nos incorporamos al mercado laboral.
Bueno, en verdad tengo una ligera idea de porqué no nos lo explican, pero ahí ya entro en terreno conspiranoide y no quiero hablar de más. Que cada unx saque sus propias conclusiones.
Yo solo digo que cuanto menos conocimiento tengamos de nosotras mismas, de nuestras fortalezas, potenciales y capacidades… al sistema mejor que le va.

Volviendo al asunto de este artículo. ¿Cómo podemos gestionar mejor nuestra energía?
Pues mira, conociendo y usando a tu favor, estos tres parámetros.
En primer lugar, sabiendo cuál es tu cronotipo.

Esto te permitirá regular tus horarios y adaptar tu vida diaria a los mismos sacándole el máximo provecho a tu ventana de productividad.
Ojo, esto no significa que vayas a tener que cambiar de trabajo, llevar a tus churumbeles a una escuela nocturna o cosas raras e imposibles de cambiar, sí? Seamos realistas, la vida cotidiana tiene unos horarios que nosotras, personitas humanas, no vamos a poder cambiar. Los coles tienen el horario que tienen, las oficinas lo mismo y así con todo lo que forme parte del entramado de una estructura social.
A lo que me refiero con este primer punto es que una vez conoces cómo funciona tu cuerpo, cuáles son tus patrones de sueño y cuál es tu ventana de productividad, podrás afinar mucho muchísimo tu actividad diaria personal y laboral.
En serio te lo digo. No es magia, es sentido común y conocimiento aplicado.

En segundo lugar, necesitas entender que la energía tiene diferentes matices y que no toda ‘la energía’ es la misma. Cuando hablamos de energía solemos pensar en energía mental y energía física, pero nada más lejos de la realidad. Existen aproximadamente 7 tipologías energéticas distintas y conocerlas, nos permite usar unas u otras en función de la actividad que tenemos que realizar.
Y esto es la bomba amiga, porque cuando sabes esto, eres capaz de organizar tu día de otra forma diferente a la habitual, reduciendo el desgaste energético, las fugas energéticas y usándola con mucha más eficiencia, consciencia y seguridad.
Así que si al primer punto le sumas este, ya ves que el cambio no solo está asegurado y sino que además, el potencial es bestial.
Y esto se traduce en que más allá de ser muchísimo más eficiente y productiva, no te sometes a excels imposibles sino que lo haces respetando y potenciando tu propia biología y realidad material.

 

Y por último, en tercer lugar, y esto si eres mujer es VITAL, es conocer tu ritmo infradiano. Es decir, tu ciclo menstrual. Y no solo para saber cuando te va a venir la regla o cuando tienes más probabilidades de quedarte embarazada, que todo bien con eso, sino para aprovechar al máximo tu potencial hormonal.
WTF? Sí, ya sé, desde siempre hemos asociado ciclo menstrual con únicamente la menstruación, pero mira por donde que al Sistema, oh casualidad, se le ha olvidado explicarnos que nuestro ciclo no dura una semana sino que se conforma de un mes completo y que más allá de la semanita infernal (ojo con esto que desde ya te digo es pura patraña y arma de desempoderamiento masivo) hay otras 3-4 semanas más en las que podríamos comernos el mundo -pero no lo hacemos- si supiéramos cómo funcionamos en verdad.
Dicho de otro modo, la regla es solo una de las 4 piezas del puzle. Y el puzle completo de lo que viene siendo ser mujer -hablando en términos biológicos- es B R U T A L.
De nuevo, no quiero ser conspiranoide pero que esto no nos lo expliquen… me da que sospechar.

La cosa es que cuando conoces las fluctuaciones hormonales de tu cuerpito y reconoces las energías asociadas a cada una de ellas, lo flipas en colores de 1) lo en contra de ti misma que llevas años yendo,  2) lo fácil que es funcionar a favor de ti misma y 3) lo ultra estupendo-maravilloso y potentísimo que es tener este conocimiento para dejar de ir como p**a por rastrojo por la vida y empezar a recuperar tu energía, control y  poder interno.

 

Y con todo esto, que en verdad parece mucho pero es relativamente poco, es que puedes crear, de un modo rápido, fácil y muy sencillo, un sistema de trabajo que te permita ser realmente productiva sin perder energía y potenciando el propio funcionamiento de tu cuerpo.
Yendo a tu favor y no en contra de ti misma, usando tus fluctuaciones energéticas de un modo inteligente y eficiente, pudiendo llegar a todo (o todo lo que forme parte de tu día a día) sin dejarte la vida en ello.
Que sí, que la frase ‘no me da la vida’ puede parecer muy graciosa de primeras, pero si la miras de cerca es muy triste y hasta enfermiza.
No podemos naturalizar este cansancio y este malestar que forma parte de nuestra cotidianidad porque eso no forma parte de nuestra naturaleza. Más aún, no forma parte de LA NATURALEZA.

Así que dale, si de verdad quieres ser productiva, quieres recuperar tu energía y quieres disponer de la misma para planificarte de un modo real y sostenible, aprende sobre estos tres puntos de más arriba. Aprende sobre tu cronotipo y cómo adecuar tu vida a tus ritmos, aprende a optimizar tu patrón de sueño, descubre cuál es tu ventana de productividad y cómo funcionan tus fluctuaciones energéticas y con esos ingredientes, hornea tu propio pastel personalizándolo conforme a TU realidad.
Suena a mucho, pero no lo es. Créeme, es muchísimo más simple de lo que tú mente te está diciendo en este momento, de hecho, puedes aprender todo esto por tu cuenta leyendo aquí y allá o viendo vídeos de youtube (algunos de dudosa calidad) o puedes dejar que yo te lo enseñe TODO en tres horas nada más en una masterclass sobre el tema.

La masterclass va sobre SOSTENIBILIDAD ENERGÉTICA y sirve principalmente, para que aprendas todo esto que te he explicado de forma sintética en este artículo, y para que diseñes, de una forma fácil, sencilla y rápida, tu propio sistema de trabajo y productividad.

Sin excels, sin apps y sin teorías que a priori suenan estupendas pero que luego son imposibles de bajar a la realidad.

 

De todos modos, y para que te vayas con algo entre las manos, además de lo que te he explicado te voy a dejar una serie de recursos para que entiendas mejor esto de los cronotipos, los patrones de sueño y las ventanas de productividad, sí?
Entre los recursos encuentras un diagrama, un par de libros, charlas TED y alguna cosa más.

Solo decirte que el diagrama lo he sacado directamente del contenido de mi masterclass, ahí explico con detalle todo lo relacionado con la melatonina, que es la hormona del sueño y que funciona en relación al ciclo luz/oscuridad, aquí no quería enrollarme de más porque es mucha la info relacionada con esto y no te he querido abrumar, pero si ves mi masterclass, aprenderás mucho sobre esta hormona, sobre la incidencia de la luz azul de las pantallas en la calidad de nuestro sueño, sobre cómo podemos hacer para regularla de forma 100% natural sin pastillas ni cosas raras, y también sobre todo lo que hace nuestro cerebro mientras dormimos y cómo podemos ayudarnos a nosotros mismos a recargar el tanque de la gasolina hasta los topes sin tener que pagar ni un céntimo por ello.
Hablo de la energía eh, no de gasolina de verdad, que estaba usando la metáfora de antes.

Genial, pues nada más por hoy.
Deseo que este artículo te haya resultado útil, ameno y entretenido y sobre todo, deseo que conmigo o sin mí, te pongas manos a la obra para crear tu propio sistema de trabajo personalizado en función de tu organismo, y dejes de comprar cursos sobre productividad y gestión del tiempo que no sirven para absolutamente nada porque son todos más de lo mismo.
Ah sí, y que si tienes cualquier duda sobre el tema, que me escribas. Puedes hacerlo por privado a hola@sierrasalvaje.com, en un comentario por aquí, o incluso por instagram.
Así que con esto me despido, me encantará verte o leerte en el próximo artículo y sobre todo, me encantará saber que este artículo te ha movido lo suficiente como para hacerte con mi masterclass sobre sostenibilidad energética o como mínimo, para que tú, por tu cuenta, empieces a indagar un poco más.
Un abrazo grande!
Y mil gracias por ser y estar.

 

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