Deja de PREOCUPARTE
‘Deja de preocuparte’ es una frase que vengo oyendo desde que tengo uso de razón y es -ERA- una frase que me enerva. No sé si te suena.
Pre-ocuparse parece lógico, necesario e incluso significante. Cuando nos preocupamos, tenemos la sensación de tener el control -y por lo tanto, ‘las cosas bajo control’- y esto a su vez nos da la sensación de estar evitando peligros, dolores y males. De los más nímios a los más grandes.
El problema con esto, es que esa sensación es falsa. Preocuparse ni nos protege ni nos da algún tipo de control sobre ninguna situación o circunstancia. Es solo una sensación, repito, FALSA.
Lo interesante de ver -o saber- es que esta sensación de control es un mecanismo que emplea la mente para captar y gestionar tu atención de modo que cuanto más preocupadx te sientes, menos presente estás, o dicho de otra manera: cuanta más energía, recursos y tiempo dedicas a pensar esos pensamientos en tu mente, más en piloto automático vives y menos presencia tienes. Tu cuerpo sigue aquí, obvio, pero tu mente se la pasa -mayormente- divagando entre acontecimientos, situaciones o diálogos que NO están ocurriendo en este preciso presente sino que se proyectan en un futuro difuso a modo de imagen mental.
Es decir, se te va la Vida pre-ocupándote. Literal.
Sin embargo, existe la manera de romper este círculo vicioso de control, protección y preocupación. Se trata de un ejercicio de auto observación MUY simple: cada vez que detectes estar pre-ocupadx; para y observa. Si eres honestx contigo mismx te darás cuenta que esa sensación de preocupación no te ayuda en nada a resolver ningún problema de tu presente, principalmente porque no aporta luz, ni foco ni soluciones sino todo lo contrario, sólo nervios y tinieblas.
Así que recuerda: la preocupación no es una herramienta útil como hemos creído -y nos han hecho creer- sino un palo en las ruedas. Cuanto más te preocupes, menos te ocuparás en tu presente y en tu presencia. Y realmente, creo que no vale la pena… Verdad? :)