Cuando te hablan de éxito… ¿No te chirría el concepto? A mí sí, sobre todo la definición normativa, donde todo es pensar a lo grande y levantar imperios y ser reconocido y tener montañas de dinero. 
No digo que esté mal ni mucho menos solo que siento, que a veces, nos dejamos llevar por una idea de éxito impersonal y quien sabe, quizás tu idea de felicidad esté en irte a vivir al campo rodeada de flores, o quizás tu sueño sea ser una empresaria multimillonaria, da igual, lo único que importa es que tengas muy en cuenta que es lo que verdaderamente te aporta felicidad.
A veces confundimos éxito con tener muchos likes y seguidores en redes, yo misma lo he padecido, y si bien las redes sociales son una hermosa herramienta para la conexión y la inspiración compartida, también es cierto que son foco de frustraciones, cuna de emociones que alimentan el ego (envidia, rabia, tristeza…) y que nos distraen de nuestro camino único e individual. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Vivimos rodeadxs de ruido y hacer oídos sordos requiere de una cierta dosis de compromiso, auto comprensión y coraje, porque sino, es muy fácil perderse en los sueños de los demás.
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A veces creemos que ser feliz con poco no es suficiente éxito, como si nos faltara ambición. Pero ¿Sabes qué? Que no todxs estamos diseñadxs para el mismo propósito, no todxs tenemos que llegar a esa cima social y es más, algunas personas, como yo o como tú seguramente, ni tan siquiera queremos llegar. 
Elegimos nuestra propia definición de éxito y de felicidad. 
La mía cada vez se nutre más de lo sutil, de lo energético, de todo aquello que me acerca a mi esencia, y es que algunos de los sueños más bellos nacen de ese lugar, de la conexión con la naturaleza, la empatía hacia el prójimo, la familia, la amistad y el hogar.
Y si te fijas, ninguno de ellos tienen que ver con el dinero, lo que está en boga o los seguidores en Instagram. Están más en sintonía con el alma y con lo que te aporta felicidad.
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Tus sueños son hermosos, no importa lo que piensen los demás.