Del latín ‘dis-fructus’, que viene a significar DAR FRUTO. A eso hemos venido a este mundo. Y punto. No a tener mucha pasta, una vida de lujo o miles de seguidores en Instagram. NO. Ni patrás.
Eso, si acaso, será una consecuencia nada más. Pero que quede claro que si estás aquí para dar tus frutos. Los tuyos y los de nadie más.
Y sí, es probable que todavía no sepas cuáles son, (sería lo más normal en esta sociedad de humanos domesticados) pero -para mí- está más que claro que estamos aquí para enraizar, florecer y madurar. Independientemente de qué semilla sea cada cual.
La confusión viene cuando siendo cerezo, quieres ser manzano porque ‘alguien’ (tu madre, tus profes o tu pareja actual) en ‘algún momento’ (en la infancia, en el trabajo o en alguna red social) te dijo que las manzanas molaban más. Y ahí es cuando dejaste de disfrutar. De ti mismx, de tu Yo Auténtico, de tu fruto real.
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Es muy loco pero si te fijas, un árbol da fruto cuando le brota (no cuando le rota) y no está pendiente de si su fruto va a ser del agrado del que lo recoja o si va a satisfacer los estándares del mercado. NAH. Ni de coña. El árbol da frutos Y YA. Porque es su condición. Porque así le devuelve a la Vida el don y el regalo que ésta le ha dado. A los Humanos nos cuesta un poquito más porque nuestro auto-des-conocimiento nos vuelve ingratos. Todavía no hemos entendido que estamos aquí para DISFRUTAR y que el disfrute es algo sencillo, simple y NATURAL. No viene del pasado, no se proyecta en lo que vendrá. Disfruto cuando decido -conscientemente- vivir el Presente como un Regalo (que si se llama así, por algo será). Y doy fruto cuando decido poner el alma en lo que hago. Aunque parezca algo raro, aunque no pueda anticipar el resultado, y aunque mi ego me diga que ESO no suma puntos para el carné de ‘lo socialmente aceptado’. ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
Queridas, queridos; nadie puede dar frutos sino disfruta lo que la Vida le da. #aprendiendoavivir