Me he cambiado la bio como resumen de año. O mejor dicho, de vida. Y esto que puede parecer una tontería a ojos extraños, para mí, es un pequeño-gran paso.
Con esta nueva ‘definición’ me comprometo a seguir responsabilizándome de la co-creación de mi propia vida. Sin propósitos ni expectativas. Aprendiendo y aceptando. Con conSciencia. Cambiando el ganar por el servir y enamorándome de -todos- los procesos y no solo de los -buenos- resultados.

De ahora en más mi intención se centra única y exclusivamente en vivir.
De ahí lo de v i v i d o r a (con sus caracteres por separado). Y eso no significa ni implica que todo vaya a ser un jaja-jiji sino todo lo contrario porque VIVIR -en mayúsculas- no es moco de pavo y no todo el mundo está dispuesto a intentarlo.
Ver las sombras propias, las heridas y los pensamientos rutinarios requiere de voluntad, compromiso y autocuidado. Creer que nos conocemos sin autoengañarnos es complejo y a su vez innecesario. Y no se trata de esforzarse, sino de ser consciente, comprenderlo e integrarlo. Y no de boquilla sino de cuajo.

Vivir comporta exponerse a la Vida, con sus emociones (no siempre lindas), sus éxitos y sus fracasos. Y también sus aprendizajes y experiencias. Vivir implica darse cuenta de la ciclicidad de la existencia que se manifiesta en las mujeres (creadoras de Vida) y en la abundancia de la Naturaleza. Vivir es a menudo, rendirse ante esa Inteligencia y ponerse al servicio del Planeta. Pero a la mayoría les suena a idealismo, y por eso no aportan su granito de arena.
Para mí, practicante del melapelismo ordinario, es Ley de Vida y una vez te has dado cuenta, no te puedes mirar hacia otro lado. 

No sé qué le piden ustedes a este 2020 (más allá de los típicos tópicos de cada año), pero a mí me encantaría que entre todxs hiciéramos un gran pacto que se resume en algo así como menos redes y más abrazos.
O mejor: más consciencia y menos piloto automático.
Les deseo sentidamente, un gran año.
Gracias por estar al otro lado :)

Èlia