En estos últimos dos años, y en pos de ‘curarme de lo mío’, he probado ‘bastantes’ terapias. Hablamos natural-mente de terapias alternativas a la medicina alopática.

Tras este probar, ver, sentir e integrar, me he dado cuenta que hay un patrón común en el objetivo de la terapia y que trata simpleMente, de hacer consciente lo inconsciente. Es decir, de sacar a la luz lo que se acumula en nuestra oscuridad. Cada terapia con su modo y su manera, obviamente. Algunas a través del campo emocional, otras a través del cuerpo energético y alguna más a través de la acción indirecta del subconsciente. Lo importante -e interesante- es que gracias a este proceso he descubierto, que ESA es la clave para transformar -y no solo cambiar- nuestra vida y existencia.* ⠀⠀⠀⠀

*(Para mí, una cosa es el cambio y otra la transformación y aunque podemos hablar de esto otro día, a modo resumen y como diría mi amiga @inspira_miriamdiaz : El cambio es inevitable, la transformación no. La transformación es voluntaria y se inicia por la propia acción.)
Por cierto, déjame aclarar que cuando hablo de ‘m***da’, me refiero a todo aquellos MOTIVOS que acumulamos en la oscuridad de nuestro inconsciente (traumas, heridas, patrones y creencias) y que necesitan ser llevados a la luz de la conciencia para -precisamente- ser conscientes de su existencia y poderlos sanar.

Tal y como dice un sabio hindú, la clave está en que ‘todo lo que se vuelve consciente desaparece’. Así, al salir de la oscuridad y la penumbra, esos motivos se transforman en otra frecuencia y su fuerza se desvanece. Lentamente. Sería, a modo de analogía, como poner las raíces de un árbol al sol. ¿Viste que el árbol muere? Pues algo así ocurre con estos motivos de la mente. Cuando cavas fondo y llegas hasta tus propias raíces, puedes empezar a ver esos motivos ocultos que tanto han determinado tu vida -y tu ‘suerte’-, darte cuenta del poder que éstos tienen, sacarlos a la luz y seguir testigo de cómo desaparecen.
He ahí, la clave secreta :)