No te fuerces
Mi abuela siempre decía que no se puede estar en misa y repicando, y aunque hasta no hace tanto -y por mi propia experiencia- yo creía que sí, un día descubrí que me estaba equivocando, que ese dicho era más que cierto y que por muy multifacética y puedelotodo que una se crea… no se puede vivir siempre a mil.
Yo esto lo aprendí a base de agobios, ansiedades y sufrimiento, hasta que un día y por puro agotamiento, comprendí que esa fórmula, tan en boga y aceptada, no era beneficiosa para mí. Al contrario, se me hacía bola y no lo podía digerir.
Fue tan tremendo el descubrimiento (y el integrarlo en mente y cuerpo) que desde entonces y hasta ahora, cuando suena la alarma y las primeras señales aparecen, una levanta la guardia, se quita la capa y se dice ‘Hasta aquí’. Gracias a eso he descubierto que lo de los súper poderes es un cuento y que el exceso de trabajo no me va a hacer -ni parecer- ser mejor persona, ni ante ti ni (sobre todo) ante mí, así que desde hace un tiempo.. NO ME FUERZO.
Porque una cosa es esforzarse y otra gastarse al pedo, así que un día decidí que c’est fini.
Que se acabó el transmutar en pulpo, el quitarle horas al sueño, el estrés por el ‘no llego’ y el agobio que me hace infeliz. Prefiero ser menos súper (en todos los aspectos) y que la vida me dé de sí.
Porque la vida da para todo, pero hay que aprender a vivir.
🙏🏼✨🌿